El documento examina el impacto de la pandemia del COVID-19 en Perú, especialmente en la Amazonía, y cómo esta crisis ha expuesto la fragilidad del sistema de salud y la importancia de medidas de emergencia como el distanciamiento social. Resalta que las enfermedades infecciosas, como el COVID-19, son problemas ambientales vinculados a la fragmentación del hábitat, el cambio en el uso del suelo y el calentamiento global.
Propone que la resolución de los problemas urgentes de la pandemia debe generar oportunidades para impulsar el desarrollo sostenible, resiliente e inclusivo en la Amazonía. Para ello, plantea diversas líneas de acción rápida que requieren coordinación entre gobiernos regionales y locales:
◦ Generación de Empleo Temporal Masivo: Creando un programa para recuperar el gasto familiar, contener el desplazamiento de personas, y evitar el aumento de actividades ilícitas y la presión sobre el bosque.
◦ Asistencia Financiera y Fondos de Garantía: Apoyando a empresas y productores para refinanciar obligaciones y acceder a nuevos recursos financieros, apalancando fondos de emergencia nacionales.
◦ Mejora de Servicios Básicos e Infraestructura: Rehabilitando y construyendo instalaciones sanitarias en centros de salud y educativos, así como sistemas de agua y saneamiento. También, impulsando la reforestación, la agroforestería y la infraestructura verde.
◦ Conectividad y Educación Digital: Extendiendo la fibra óptica y señales inalámbricas en toda la Amazonía para implementar la telesalud y la tele-educación, y asegurando el acceso a energía eléctrica en centros poblados.
◦ Inclusión Financiera: Promoviendo el uso de medios electrónicos para transacciones, incluyendo los pagos de los programas de empleo temporal.